Lanzamiento de mi
novela Uz
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(Diseño de tapa: Alejandro Fuentes) |
Y al final, me decidí por la
autoedición.
No puedo decir que deambulé con mi manuscrito por decenas
de editoriales. Simplemente me tentó la idea de publicar en Amazon. La
autoedición y el formato e-book viene con fuerza y cambiando los paradigmas de
publicación. En algún tiempo, pienso editarlas en papel, formato al que todavía
prefiero, pero esto lo considero como un arranque. Veremos qué pasa. Por lo
pronto me gustaría hablar de mi libro.
En principio, quiero aclarar que Uz
es una novela de algo más de mil cien páginas, dividida en tres libros. Y por eso de
que «El que avisa no… etc. », también aclaro que tiene una trama compleja. Aparecen
muchos personajes y se producen saltos temporales, pero por otro lado, siempre
está ocurriendo algo. Siempre hay algún personaje al que le pasa algo. Algo
hace avanzar la trama, algún conflicto, chico o grande pero siempre lo hay.
A la novela, la trabajé durante
años, párrafo a párrafo, con esa maestra
del lenguaje llamada Nomi Pendzik, esposa del capo del terror argento, Marcelo
Di Marco.
Uroboros
Reconozco que esa complejidad
hizo que me costara explicar de qué trata mi novela. Voy a tratar de hacerlo
ahora. UZ tiene dos historias que se van fundiendo en una. La primera comienza
durante el gobierno de Perón y la segunda unos años antes del comienzo de la
Dictadura Militar. La segunda es trágica, porque la primera lo es. Me gusta la
imagen del Uroboros envolviendo el hoy hasta no dejar ni un resquicio de
escape.
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Uroboros |
En la contratapa de UZ, hay una
pregunta que es clave para entender esta última afirmación: ¿Qué es el destino
sino la huella de los antepasados? Siempre hubo en la humanidad el deseo de
conocer el destino, como si estuviese escrito en algún libro. Por mi parte, siempre creí que la fórmula
para predecir el futuro está en el pasado y no en tratar de descubrir al
poseedor del libro del destino. Algo parecido a la frase de Pierre Villar: «Hay que comprender el pasado para comprender
el presente», pero no
exactamente. Con fines artísticos, imagino a los personajes atrapados en
huellas dejadas por las decisiones de sus antepasados. Y cuánto más importante
el antepasado, más profundas esas huellas y más difícil de escaparse.
¿Vieron Volver al futuro? Claro ¿quién no?
Maravillosa película. La vi mil veces. Viajar en el tiempo, poder cambiarlo y que la vida de los protagonistas mejore
radicalmente con esos cambios. Pero podríamos ser un poco más filosóficos y decir que la película (también) trata de
cómo las decisiones de nuestros antepasados influyeron en nuestra vida. A ver, en Volver al futuro, hubo (al menos) tres líneas temporales
posibles: cada decisión tomada representaba que Marty McFly viviera como pobre,
con una madre alcohólica y un padre pusilánime maltratado por su jefe. O
directamente no haber existido porque su padre nunca se animó a conquistar a su
madre. O bien, que su padre golpee a su compañero abusón, tome confianza, se transforme en una persona
exitosa y le dé a Marty un muy holgado estilo de vida americano. A veces pienso que si al guion lo hubiese
escrito Guillermo Arriaga, nos hubiese contado, sin viajes en el tiempo, a las
tres historias con sus correspondientes finales, aunque con más drama y sangre.
George McFly hubiese estado en coma y entubado tras el choque del auto y en
lugar de la famosa trompada que cambia el destino, hubiese sido un escopetazo. Y aclaro que admiro profundamente a
Guillermo Arriaga, solo quiero decir que la misma historia podría mostrarse de
forma más dramática.
¿Se entiende la idea? En UZ, la historia antigua condiciona la de la
trama principal. La ambición, la pasión, la ceguera, la no acción de otra
gente, conspira contra los amores, los sueños, la tranquilidad de un grupo de
chicos de barrio que solo piensan en travesuras, en jugar al futbol, en ser feliz con la chica o chico que aman,
en poder formar una banda de rock.
Eso es Uz. Una historia trágica que engendra otra historia aún más
trágica. Un Uroboros que a comerse su cola, deja sin salida a los que habitan
en su centro.
Cuando planifiqué la novela, no pensaba escribir sobre la primera
historia. Los protagonistas solo la referían, pero me pareció injusto: la
historia de los antepasados es tan interesante como la principal. Así que
decidí ir mostrando las dos en paralelo. Yendo hacia atrás o hacia adelante,
según le convenga a la historia.
Los Azahares
Es el lugar donde transcurre la mayor parte de la novela. Barrio nacido
de un loteo de obreros en el cual viven
muchos adolescente. Y donde hay adolescentes, siempre pasan cosas. En el
capítulo Eucalipto Rock, una periodista, describe así al barrio:
Los Azahares es un barrio apacible y esa puede ser su principal
fascinación o su mayor desencanto. Se percibe también que hay dos generaciones
bien contrastadas. Es un barrio de obreros cuarentones y, por alguna fortuita
razón, de muchos adolescentes. Y de adolescentes que se agrupan cuando los
padres se descuidan, y se sabe que cuando los jóvenes se juntan, algo surge. Y
entonces sí, ante una segunda mirada, una descubre que hay intersticios creativos
en esa apariencia de calma, conspiraciones que de pronto emergen y quiebran la
quietud.
Los Azahares tiene algo de
idílico. Con sus plantaciones de mandarinos, sus árboles enormes, sus aromas y
atardeceres increíbles. Allí pasan su niñez y su adolescencia casi todos
nuestros protagonistas. Pero Los Azahares tiene también algo de paraíso
perdido.
Uz
¿Por
qué Uz? Porque esa tierra mítica es una metáfora precisa de los trágicos años de la dictadura
militar. Uz era el país bíblico donde habitaba el buenazo de Job. Y
por esas extrañezas que tienen los poderosos, Dios le permite al Diablo
mortificar a Job para probar su fidelidad. Borges, admirador de esa historia
bíblica, lo decía así:
Entonces Dios le permite a Satán que toque los bienes de Job; entre los
bienes están los hijos también
Los hijos. Los bienes. ¿Les
suena? El Diablo anduvo suelto en la Argentina y Dios hizo la vista gorda.
Obviamente no hablo de Dios que siempre es tan mal interpretado, sino de los
que mal lo representaron.
Los personajes de la novela viven
esa infausta época de la historia Argentina.
Sebastián y sus amigos
En Los Azahares corretean
Sebastián y su amigo Carlitos. Cerca vive Paula, la típica niña linda del
colegio y eterna enamorada de Sebastián. Un día llega al barrio Daniel y
Mariela, hijos de un oficial del Ejército con una notable carrera. Carlitos, el
más simple de todos, quiere conquistar a
Mariela. Y un día llega Aníbal de Buenos Aires, para intentar aclarar una
muerte relacionada con el pasado de los otros muchachos. Y más adelante Belén…y
después descubren que… y después se enfrentan a…
Nada
hay nada más fuerte que una amistad. Y
Jesús dijo una frase parecida. Pero la amistad no es fácil. Hay
situaciones que la ponen a prueba. El secuestro de uno del grupo,
representa que cada uno tome posiciones distintas. La amistad se va agrietando y
van surgiendo corajes y cobardías inesperadas. Eso es Uz. Una historia de
barrio, inmersa sin quererlo, en la historia que hoy leemos en los manuales. Uz
tiene algo de novela histórica, algo de relato de aventuras, de investigación,
y de novela de iniciación. Está llena de citas y reflexiones metatextuales, por
momentos «huele» a Borges, a Manzi, al Stephen King de El cuerpo (de la
película Cuenta Conmigo), a Salinger, a los Beatles, al joven rock nacional…
Espero que la disfruten.
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